“Sólo por un momento
te dejé abandonada,
pero con gran ternura
te aceptaré de nuevo.
”Cuando me enojé contigo,
me alejé de ti por un poco de tiempo,
pero muy pronto tuve compasión de ti
y te manifesté mi amor eterno”».
Dios le dijo al pueblo de Israel:
«Después que cubrí toda la tierra
con las aguas del diluvio,
yo le juré a Noé:
“Nunca más habrá otro diluvio”.
Del mismo modo, ahora te juro
que nunca más me enojaré contigo
ni volveré a amenazarte.
Isaiah 54:7–10