Dios dijo:
«¡Miren a mi elegido,
al que he llamado a mi servicio!
Él cuenta con mi apoyo;
yo mismo lo elegí,
y él me llena de alegría.
»He puesto en él mi espíritu,
y hará justicia entre las naciones.
Mi fiel servidor no gritará,
no levantará la voz,
ni se le oirá en las calles.
No les causará más daño
a los que estén heridos,
ni acabará de matar
a los que estén agonizando.
Al contrario, fortalecerá a los débiles
y hará que reine la justicia.
No tendrá
Isaiah 42:1–4